22 de enero de 2013

Mindoro Island. White Beach, Puerto Galera

White Beach

Isla de Mindoro, su nombre deriva de Mina de Oro, yo entenderia el nombre en la actualidad, pero en la  epoca colonizadora no se que la vieron para llamarla asi. Los galeones espanoles atracaban en Puerto Galera para refugiarse de lluvias y tifones, dando asi su nombre a la capital. Zonas montanosas para hacer senderismo y a la vez poder gozar de fantasticas playas la hace una de las mas populares del pais.
Ademas, un total de 3 horas de viaje desde Manila, hace que muchos filipinos escojan este destino para pasar unos dias en la playa.

Sali temprano del hostal de Manila para dirigirme a la estacion Buendia. Queria coger un autobus a las 8am para que me llevase a Batangas, a 2 horas hacia el sur de la capital.
Una vez alli, en el puerto, compre un billete para que una barca me acercase a Puerto Galera.

El trayecto por mar es de una hora y no se hace nada pesado, se llega al diminuto puerto de Puerto Galera y alli separan a los turistas segun el lugar donde quieren ir; White Beach o Sabang.
Yo tenia muy claro que mi destino iba a ser White Beach, a seis kilometros al oeste de la capital, asi que cogi una furgoneta y me llevo hasta la playa.

Una playa que lo de "White" se lo han sacado de la manga, supongo que para emular el nombre de la famosa White Beach de Boracay (una de las mejores del mundo), y asi atraer al turista.
Es un lugar lleno de restaurantes y bares a pie de playa y la oferta para practicar buceo, snorkel, o darse un masaje, es inmensa.



La verdad es que al llegar me asuste un poco, ya que todo eran hoteles resort fuera de mi alcance, pero despues de caminar un rato y preguntar, me he instalado en Blue Marlyns, un hostal economico y una habitacion para mi solo!
Calle de mi hostal a la playa

Nada mas dejar mis cosas, me fui a comer a un chiringuito y me pegue el primer chapuzon del año, increible a 21 de enero. Dos horas tomando el sol y de vuelta al hostal para prepararme para la noche.
Durante la cena, una pareja de veterinarios filipinos que habian venido a la isla a tratar a unos monos de una granja, me invitaron a sentarme con ellos. Una conversacion muy interesante que hizo que la sobremesa se extendiera mas de la cuenta.
Mas tarde, nos fuimos a tomar algo justo delante de la orilla del mar. Aqui, la bebida tipica es la Mindoro Sling, una mezcla de zumo de frutas con ron y vodka. Te lo sirven en jarras de litro y se bebe a chupitazo limpio.
La noche se iba animando y la conversacion paso de ser seria a reirnos por todo lo que veiamos.
Cada noche hay espectaculos de fuego en la arena y un monton de lady boys pasan alrededor de las mesas cantando y bailando. Realmente increible, algo que esta claro, esta hecho para el turismo y no me gusta nada, pero a veces hay que olvidarse de lo prejuicios y disfrutar sin mas.
Salamat po Melissa y Edward.



Hoy por la manana, a pesar de haber trasnochado, he querido levantarme temprano para ir a alquilar una moto e ir a conocer un poco mas a fondo la isla.
He llegado a una playa muy bonita despues de atravesar un poblado y un bosque. Una cala que la tenia toda para mi y he podido disfrutar de los primeros rayos de sol del dia, y como no de un buen bano en el calmado mar sin ola alguna.

Mas tarde he decidido dejarme llevar y he empezado a hacer kilometros y kilometros hasta que he visto un cartel que ponia Coco Beach, asi que lo he seguido. Un camino impracticable debido a unas lluvias de ayer por la noche, me ha obligado a dejar la moto en un pueblo y seguir a pie.
Despues de un camino en el que habia mas barro que el que jamas habia visto, ha llegado el momento de tener que atravesar una selva pasando por cuatro poblados en medio de la nada.
Unos ninos me han empezado a seguir y me han acompanado un buen trozo de mi camino, hasta que uno de los padres ha gritado a uno de ellos para que volvieran al poblado.




Despues de media hora caminando entre cabras, patos, vacas...he llegado a la Coco Beach...y que era la Coco Beach? pues un resort lleno de turistas japoneses y americanos!
Con mi cara de poker encima, he decidido que despues de todo el trayecto que habia hecho tenia que aprovecharlo de alguna manera, asi que me he ido a un rincon de la playa y me he puesto a tomar el sol.
Al cabo de un rato y con todas las miradas de los trabajadores puestas en mi, he decidido marcharme, no sin antes darme un chapuzon en la impresionante piscina que tenian esos privilegiados.

Me imagino que a estos turistas les traeran en barca hasta la playa, no me creo que accedan por el camino que me he marcado.
En fin... que de momento Mindoro me gusta, seguire por aqui unos cuantos dias mas.

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